MUSICA

domingo, 25 de septiembre de 2011

Levantè con mi canto este templo para aliviar el dolor / Kapsis: Estrella del Mar (Leyenda Kunkaak)

EL EMBAJADOR LÍRICO DE MÉXICO
"Si no quieres perderte en el olvido tan pronto como hayas muerto, escribe cosas dignas de leerse, o haz cosas dignas de escribirse." (Benjamín Franklin)
 
 
En lo que es hoy la Unidad de Cardiología del IMSS (Instituto Mexicano del Seguro Social), ubicado en la Colonia Doctores de la Ciudad de México, se levantaba la Clínica de uno de los precursores de la Ortopedia: el Doctor Alfonso Ortiz Tirado, apodado por sus amigos como el "Chino" y conocido, en todo el mundo, como el "Embajador Lírico de México";  médico de cabecera de la pintora Frida Kahlo y el compositor Agustín Lara

"Mi gratitud a México. Elevé con mi canto este templo para alivio del dolor”, rezaba una placa que mandó colocar en el patio de esta Clínica y, al costado, se podían leer los nombres de todos los países y emisoras radiofónicas en las que cantó: “En agradecido reconocimiento de mi deuda a las radioemisoras extranjeras que hicieron posible la construcción de este hospital. Ortiz Tirado". La Clínica del Dr. Ortiz Tirado abrió sus puertas el 23 de mayo de 1938, cumpliéndose así el más grande sueño de este querido personaje mexicano, sueño que su otra pasión, la música hizo posible (todas las ganancias de sus giras y conciertos, las utilizaba para la compra de material) . Lamentablemente, cuando el IMSS adquirió el inmueble para la construcción del hospital, la placa se perdió. A él, entre otras cosas, la medicina mexicana le debe la adquisición de la primera mesa  de Olby, para cirugías de espina dorsal y numerosas investigaciones que derivaron en avances para la medicina ortopédica.  Fue miembro de la Academia Americana de Cirugía y de la Academia Indolatina de Medicina; catedrático de la Facultad de Medicina de la UNAM ( de la que se había graduado  en 1919) así como de diversos organismos nacionales y extranjeros.

Nacido  Álamos (Sonora)  vivió su primera infancia en la Ciudad de Culiacán para, posteriormente, trasladarse a la ciudad de México donde curso la preparatoria y la Universidad. Desde muy joven  su talento para cantar despertó el asombro de quienes le rodeaban. Con el tiempo, llegó a combinar los estudios de Medicina con los de canto que le llevarían a convertirse en uno de los tenores más apreciados de la época.

 En 1920 cantó, por primera vez en una pequeña radiodifusora para, posteriormente, irse a estudiar la especialización en ortopedia a Denver y, después a Nueva York. En ambas ciudades, además, trabajaba  cantando en clubes nocturnos y en hoteles, como el Waldorf Astoria. En 1928 debuta como cantante de ópera, en el Teatro Esperanza Iris y, para 1929, comienza su primera gira internacional, cantando en La Habana y otras ciudades del Caribe.

El 18 de septiembre de 1930 inaugura, junto a Juan Arvizu, Néstor Chayrez y Agustín Lara, entre otros, la XEW ("La voz de América latina en México) una de las principales, sino que la más importante, radiodifusora de América. Fue contratado por la NBC . Audicionó, con éxito, para el Metropolitan de Nueva York, aunque su amor a la medicina y a su patria lo hicieron desistir (eso y el tener trazada la meta de inaugurar su clínica".

Afectado por un mal cardíaco, y desesperado ante la imposibilidad de volver a cantar, el Doctor Alfonso Ortiz Tirado fallece, en la Ciudad de México, el  7 de spetiembre de 1960. A su funeral asistió muy poca gente, una prueba más del abandono al que, el público, llega a someter a sus grandes artistas..a pesar de que, en este caso , México le debía en dos campos al parecer tan disímbolos. Sin embargo, en Sonora, su estado natal, se realiza  en su honor, un festival que lleva su nombre y que, en importancia, se compara con el Festival Cervantino de Guanajuato..


 Una de las tantas anécdotas que muestran el espíritu de este generoso personaje, cuenta que:

"Buenos Aires fue la ciudad que lo tuvo como invitado de honor con mayor frecuencia. Se recuerda el homenaje que el tenor quiso tributar “a las cabecitas blancas”, en el Teatro Monumental de dicha ciudad. Todas las viejecitas que tuviesen sus cabellos blancos, entrarían gratis, invitadas por el tenor mexicano. Los empresarios estaban pesimistas.

El resultado superó todo lo imaginado. Largas colas, el tráfico interrumpido y 2.500 “cabelleras blancas” (título de un gran éxito de Ortiz Tirado) repletando las aposentadurías del teatro. Un emocionado tributo al artista y a su madre".
 (FUENTE PINCHANDO AQUÍ



Entre muchas otras bellísimas canciones, Alfonso Ortiz Tirado tiene grabada  la llamada "Cantar Lejano", del compositor Jorge del Moral, y la que me pareció adecuda para la leyenda de este "Viernes-domingo" (perdonen, pero ahora llevo el horario fibro).

Espero que disfruten ...la leyenda y la voz del "Doctor que curaba con la voz"
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KAPSIS: ESTRELLA DEL MAR
(VERSIÓN DEL  LIBRO DE OTILIA MEZA)

Kapsis, la hija mimada del jefe Haas (mezquite), acostumbraba todos los días, después de terminar sus labores cotidianos, acurrucarse junto a alguna roca cerca del mar y mirar y mirar el vaivén de las olas.Por horas y horas la sorprendía la tribu, inmóvil, silenciosa: Aun cuando las sombras manchaban de negro el agua y la playa. Kapsis seguía allí como si esperara ver salir del fondo del mar a la diosa Xtamosbin (tortuga marina).

Cada vez que la tribu llagaba de la bahía de Quino a tierras de Isla de Tiburón, Kapsis, después de hurgar en las rocas de la playa en busca de las pródigas especies del océano que las aguas dejaban olvidadas. Corría a refugiarse en su lugar predilecto de la playa para contemplar, sin cansarse, cielo y mar.

PASCOLA (PINCHA AQUÍ)


 Su padre el gran jefe Haas, inútilmente había perdido al hacocama (hechicero) destruyera el embrujo que se había apoderado de su hija; porque el gran jefe y los miembros de la tribu no se explicaban porqué Kapsis huía del trato de sus semejantes, y a pesar de ser joven y bonita rehusaba trazar los pasos de la pazcola, ni batir palmas en el baile y menos acompañar el fragor de los cantos.

Para Kapsis no había más deleite que refugiarse en la playa desolada, y contemplar el paisaje triste del mar bravío que desataba a veces tormentas espantosas. Pero es que nadie sabia el secreto de Kapsis: Kapsis estaba enamorada de una vastlk (estrella) que a ella se le antojaba, era flor de la tierra de los dioses.


Una noche llegó hasta ella el hacocama a quien pidiera el gran jefe curara a su hija, pues toda la tribu aseguraba que un antipotkis (tiburón) la había embrujado. El hacocama antes de buscar a la joven había ido hasta la “Cueva Especial” de la montaña, pintando en ella la “señal” del “espíritu” que vivía dentro, el cual indicó su voluntad de adentrarse en el cuerpo del hechicero. Ya en posesión de las virtudes mágicas colocó sus manos en forma de círculo sobre su frente, para luego acercar su boca y decir con gran misterio y entonación sacerdotal “Choo, choo”. Kapsis, sin moverse le miró sin sorpresa, pero después, silenciosa, se alejó de su lado.

Esa misma noche volvió al mar, y con ansiedad miró el cielo en busca de la bella vastlk. Al descubrirla esplendente en medio del azul eterno deseó fervientemente que nunca terminara la noche para embelesarse por horas y horas con su belleza. De pronto, como si su deseo fuera mágico, absorta contempló cómo su estrella favorita se desprendía del cielo. Atravesando el azul oscuro con la misma velocidad que los dardos con punta de pedernal de los guerreros Kun kaak eran disparados sobre los coyotes o venados, así la estrella atravesaba el espacio. Los ojos negros y vivaces de Kapsis siguieron el rastro luminoso hasta descubrir que caía en el mar. 
 
 
Asustada la joven por tal acontecimiento corrió en busca de la canoa más cercana; remando enérgicamente llegó hasta el lugar donde había visto caer la estrella, y sin mucho pensarlo se arrojó al agua para rescatarla. Kapsis bajó a las profundidades en busca de la estrella hasta llegar al fondo del mar; pero en su rápido descenso cayó sobre una traicionera roca que le produjo la muerte. Sobre el lecho pétreo Kapsis quedó inmóvil, los brazos abiertos en cruz, las hermosas piernas extendidas. Xtamosbin, la sagrada tortuga marina, diosa de los seris, al contemplarla tan pálida y quieta se conmovió. ¡Qué hermosa era! Y allí estaba inmóvil en lo profundo del mar; todo porque había querido salvar a una estrella que se ahogaba.
La diosa fue a su lado y posó sus manos sobre el cuerpo inerte de la joven Kunkaak convirtiéndola al instante en una bella estrella de mar.

Kapsis desde ese instante sería feliz. Allí en el mundo sin voz, contemplaría las luchas y las tragedias mudas del mundo verde de esmeraldas líquidas. Además no estaría sola, ya que los peces de aletas de plata y cuerpos pintados de vivos colores la acompañarían. Y como si todo eso fuera poco, desde los bosques de sombras oscuras moteadas de luz vivirá feliz espiando el cielo a través del agua espumosa teñida por el sol.

Así Kapsis todas la noches miraría a la bella vastlk a quien ella tanto amaba.
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SI QUIEREN CONOCER MÁS SOBRE EL DR. ALFONSO ORTIZ TIRADO, PINCHEN EN LOS SIGUIENTES ENLACES:





3 comentarios:

Pedro Ojeda Escudero dijo...

Comento hoy tu primera parte: Qué necesario es que guardemos la memoria de gente así.

Martine dijo...

Mi Lupita, te dejo muchos apapachos me alegra tu regreso, mucho.. te seguiré leyendo, pero hoy quería salir de este silencio para que supieras que te sigo, te leo.. te dejo en buena compañia, nuestro muy querido Profesor: Pedro .

Besos para ambos..

Guadalupe Munguia dijo...

Hermanita Martine...qué gusto verte. Aunque, en el ondo, siempre hemos estado pendientes la una de la otra.
Tengo pendientes muchas entradas y muchas visitas (què nostalgia de Jaima, además), es sólo que he cambiado de horario (ahora ando en horario fibromiálgico), pero tambièn porque me invitaron a un proyecto literario y, de momento, ando metida en bibliotecas y archivos. Ya les comentarè.

Un beso a los dos, que me encanta verlos por aquì y los sigo, con la cabez pero sobre todo con el corazón.

Apapachos muchos, como siempre